sábado, 28 de febrero de 2009

"ORGULLO"

Amigos, en  estos momentos emocionantes que estoy viviendo, sentí la necesidad de escribir esto que titulé "Orgullo" .

Yo también  me hice un regalo, y le pedí a  José  Luis López Terol que  corrigiera  esta  Editorial  "especial" que publico a continuación.





El Amigo, Profesor y Escritor José Luisautor del libro 
  "KIWXI" - TRAS LAS HUELLAS DE VICENTE CAÑAS
Lector del Semanario, ha llamado la atención de todos con sus opiniones, por calificadas, por objetivas y, sobre todo,  por autorizadas.  
Transcribo su respuesta a mi solicitud, como prólogo al modesto artículo que escribimos y un ejemplo temprano de lo que trataré de transmitirles:

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Que Homenaje!!!...Víctor: tu escrito me ha tocado el corazón. Son palabras hermosas que, precisamente, cobran sentido por el sentimiento y la humildad. Está muy bien escrito y cumple con su principal objetivo: llegar intensamente. Te aseguro que lo consigue.
La corrección de un artículo es siempre subjetiva y por tanto puede coincidir o no con él. En otras palabras, como es tu artículo, tienes derecho a expresarlo como quieras. Un abrazo desde Barcelona.


José Luis






 ¿La verdad? 


Debemos tener mucho cuidado de no tropezar con nuestros defectos humanos y caer en una vanidad indebida.

No es que me sienta comparable. Pero el inefable Galeano contó en un reportaje que su principal desafío como narrador había sido en una ocasión en que, mientras viajaba en una rueda con un grupo de mineros de Bolivia, le pidieron que explicara cómo era el Mar. 

Hoy me voy a poner la “camisa de once varas”, quiero tratar de explicarles lo que se siente de este lado de “El Carolino”Intentar compartir, la variedad de emociones que se tejen y entraman, al abrir correos, al descubrir vidas, recuerdos, “anhelos”, pequeñas y grandes historias personales. 

Al recibir mensajes de veteranos cargados de recuerdos, "encendidos como yesca" por una foto o una historia antigua. 
O de adolescentes, casi niñas, tocadas por las palabras que nos salieron recordando a su Abuelo,sin siquiera pensar en causar esos efectos.
 

Sentirse en medio de una encrucijada de vivencias de personas muy diferentes, pero tan parecidas que, sin darnos cuenta, con solo detenernos y meditar un poco, percibimos que hemos abierto un camino en el que todos sienten que es...

 “SU CAMINO”.

Y no es un tópico decir que “El Carolino” es de todos. 

Y en esa vorágine de repente empiezas a sentir esa inexplicable sensación de vértigo y rendición, como cuando eras un niño atrapado por una ola, y cuando jugaba contigo, encallabas en la arena.


Así es como esto te envuelve. Entre espuma de afectos y rasguños de distancias o ausencias. 

Así te lleva y no aciertas, porque no quieres acertar, dejar un solo día sin abrir el correo, sin contestar uno a uno, a cada voz, “como un eco” , él dijo.

Sintiéndote en medio de un cruce de vivencias de personas muy distintas, pero tan parecidas que, sin darnos cuenta, con solo detenernos y meditar un poco, percibimos que hemos abierto un camino en el que todos sienten que es... ..    "SU C AMINO " .

Y no es un cliché decir que  " El Carolino "  es de todos. 

Y en esa vorágine de pronto comienzas a sentir aquella sensación inexplicable de vértigo y entrega, como cuando de niño te pillaba una ola, y çuego de jugar contigo te encallaba en la arena.

Así te va envolviendo esto. Entre espuma de afectos y raspones de lejanías o ausencias. 
Así te va llevando y no logras, porque no quieres lograrlo, dejar un sólo día sin abrir el correo, sin responder una a una, a cada voz, "como un eco", diciendo.
  
"Ten confianza  aquí estamos
 esto no es un negocio”
 Solo intentamos soplar
para ayudar a los vientos
Para ver de nuevo al cielo  
De mi Paisito  repleto
pero no de Barriletes
no de Cometas ...

DE SUEÑOS


Estoy viviendo esto y quería compartirlo porque este semanario es tan mío como tuyo.

   

Te sientes orgulloso y se te eriza el cuerpo cuando un escritor de prestigio internacional acaricia tu ego y te dice...

“es heroico hacer lo que haces y digno de todos los elogios”, o un joven “criminalizado” por un porro “ilegal” levanta la mano y entrelaza los dedos con un saludo de “compañero”, o una chica dolida te agradece por Decir adiós a tu abuelo.


Es no poder creer, mirando el mostrador, que ya son miles los ojos que han vagado sobre lo que con humilde, pero tenso aliento, hemos ido construyendo de este lado del sueño.

Es decir, en este punto, en lo que se ha convertido el sueño que teníamos, porque se ha vuelto pequeño, porque este sueño sorprende, engancha y anima.

   

Esta pasión, que te llena de hermosas emociones, de risas y lágrimas, porque te hace sentir Vivo... Vivo y Pleno.

Viviendo intensamente, cabalgando esta ola, disfrutando, construyendo, sintiéndote útil, más joven o más vivo, ya no un jubilado, ya no un trasto viejo.
   
Les juro que es difícil no pecar  de vanidoso, de tantos y tantos elogios que acarician el ego. 
Espero que, aunque apenas, haya logrado mostrarles algo de este lado de esta aventura, que, por suerte un día se prendió como un abrojo de mis otros viejos sueños, para ser uno de ellos y forjar esto INMENSO.

                                                                Víctor

viernes, 12 de diciembre de 2008

LA AVENTURA DEL SHALAKO


el "Shalako"


Ustedes habrán visto que muchos de los amigos que han escrito para este Semanario, más allá o más acá, han mencionado el emprendimiento como “otra de las locuras de Víctor”. Yo no sé si está bien (o no) tildarlo de “locura”, porque en definitiva me están tildando de loco (aunque en verdad tenga algo de eso).


Lo cierto es que no sé de quien lo heredé, pero, desde muy joven, prácticamente desde que el Liceo me convirtió en un sujeto pensante y dejé de ser un niño inocente, fui y he sido una persona que no sabe vivir sin sueños, sin proyectos, sin desafíos.


Desde que la vida política se terminó para mí, con la muerte de Wilson, anduve rodando en Montevideo, sin energías para salir de la rutina diaria: del trabajo a casa, de casa al trabajo. Por dentro, el inquebrantable sueño de volver a San Carlos.

Luego (en el 93) conseguí volver, pero entre el trabajo y las imprevistas eventualidades que la vida nos depara, no logré hacer mucha cosa: una Cena Show en un boliche amigo, un par de participaciones en programas radiales, nada más.
Mi sueño (que sigue intacto) es aprovechar el idílico lugar que disfruto en la chacra en la que vivo –y una parte de su edificación, a la que falta piso y techo - para instalar un lugar de encuentro y organización de eventos culturales, talleres de danza en lugar de gimnasia, pintores y artesanos interviniendo las paredes, músicos y poetas comunicando su arte, y mucho más. Todo en una modalidad cooperativa.
Pero el espíritu cooperativista está en jaque y aunque no me he dado por vencido, debía encontrar otra cosa mientras esperaba que el sueño madurara (está de más decir que espero no morirme sin verlo hecho realidad).
En esa búsqueda, como en otra época fue la experiencia del Shalako, surgió de la sesera este proyecto del Semanario, que nunca imaginé se beneficiaría de la repercusión que ha tenido, con miles de visitantes en tan escaso tiempo, además de la increíble magia de ser útil en algo, para quienes están por el mundo, como un “pial” de ayuda para resistir en la distancia o no sentirse tan lejos.
A pedido de muchos de ellos voy a tratar de sumergirme un poco en los recuerdos del Shalako que –lo evoco con modestia y emoción – supo hacer época. Para quienes no lo sepan y para no dejarlos fuera del relato, digamos que el Shalako era una Cervecería y Pizzería que estaba frente a la Plaza, casi esquina cruzada con la Sociedad Unión.




viernes, 7 de noviembre de 2008

SIEMPRE CONVERGENTE

SIEMPRE CONVERGENTE




Demás esta decir que el acontecer local, nacional e internacional, está dando en la actualidad, mucho material para analizar, tener en cuenta y opinar; y también sobra decir que después de muchos años de silencios ya no soportaba más sin intervenir con mi modesta  opinión en los más diversos temas (aún cuando, como siempre pasa, termine ganándome alguna antipatía o mala onda, no deseada).

Este semanario virtual, al cual hemos elegido dar por nombre “El Carolino”  tiene como principal objetivo (y quienes me conocen ya lo habrán adivinado) abrir un espacio para expresar opiniones no sólo para mí, sino para todos aquellos que se sientan inclinados a volcar alguna inquietud en estas páginas.


No soy, ni me creo, un tipo que haya pasado por la vida sin cometer errores, sin fallarle en sus expectativas a alguien o sin  merecer críticas.


Pero, realmente creo que ha llegado la hora de que muchos entiendan que
  
''para llegar a las mismas metas, a veces hay más de un sendero y que lo más importante es la ética y sinceridad con que se persigan esos derroteros"


En lo personal y en los temas políticos partidarios, me he mantenido totalmente al margen desde el día en que enterramos a Wilson Ferreira Aldunate (para mi el más grande estadista, sino el último, que ha tenido este país).


No he podido después de tanta cosa compartida con él en la honrosa tarea que me tocó a su lado, evadirme de la subjetividad que aún me genera el no haber podido verlo presidiendo los destinos de esta tierra que tanto quería y tanto defendió.

Aún hoy me rebelan los años de atraso en concretar tantas cosas que formaban parte de Su Compromiso con todos nosotros y con la Patria.

Pero, con su muerte todo quedó atrás y no ha surgido ni creo que surga, persona alguna que pueda suplantarlo. 


Claro, a mi me juega la tremenda subjetividad a que me lleva, no sólo el respeto y la admiración  que cuanto más lo conocía más sentía por él. 

Sino el profundo cariño que con su manera de ser, conmigo y con mi familia me dejó grabado para siempre.

Nadie me ha visto por tanto en ninguna sede partidaria, ni en ningún comité, y si bien muchos conocen algunas de mis opiniones sobre la actualidad, nadie puede atreverse siquiera a suponer que propuestas he acompañado con mi voto, ni cuales han sido las formas que he elegido para seguir sintiéndome y con mucho orgullo, un Wilsonista de Ley.


Como tal y con la Convergencia Nacional Democrática aún grabada a fuego, pretendo que en este semanario encuentren un lugar para sus opiniones todos aquellos compañeros con los que supimos resistir y combatir a la Dictadura Militar.

Pero también y con el mismo espíritu convergente y libertario, queremos abrir espacios para  los hijos de la Dictadura, nacidos en esos años oscuros, muchas veces con padres alejados por impostergables tareas de resistencia.


Jóvenes que hoy son víctimas en muchos casos de una increíble metamorfosis de sus mayores, por la cual muchos heroicos resistentes que hasta soportaron la brutal tortura, se han convertido en padres prescindentes y han cambiado las banderas de Justicia y Libertad, por la loca carrera del consumismo, olvidando lo que dijera Platón:



 “tus posesiones terminaran poseyéndote ”.

Víctor Urrutia

NR: Como es mi primer Editorial, quizás sea necesario comentarles que tuve el enorme Orgullo de ser el Secretario personal de Wilson desde su regreso hasta su muerte.